jueves, 19 de julio de 2012

Editorial no solicitada: Seducido por la maravilla de un rayo

Era poco más de cuarto para las seis en el "am". El despertador sonó a punto de la hora en que las piernas empezaban a moverse con el frío de una madrugada cualquiera de por allá del mil novecientos noventa y tantos. Parecía que me habían amarrado a una permanencia horizontal indigna para el "se supone" a devenir. Como si desde la prisión de ese día fuera a resistirme a un acto de brutalidad del clima. Puta madrugada escupiendo mentadas de madre en cada gota de aurora y con todo, ni como evitar el camino hasta la esquina... Cada metro con la mochila infame dilucidando la forma de violarme la espalda para impregnarla con los contenidos de las clases del día y las chingaderas que me habían comisionado a hacer en el trabajo.
Finalmente llegué a la esquina empapada y gris de asfalto de "a quien le importa", decidido o mas bien resignado a esperar al trolebús que me llevaría a la universidad.
No había nadie en la calle y pensé que era cuestión de mi puta suerte jodida. Mientras los demás dormían sus facultades de sueldo corriente, a mi me tocaba estar en esa esquina mientras la puta lluvia empezaba a hacerme temblar los huesos...
Mientras los coches pasaban soltando agua y agua y agua por donde pudiera verse, mientras la piel bajo la chamarra acordaba con la razón lo propio para quedarse en las redes de la cama y el tiempo se asomaba como que no quiere la cosa sonriendo con burla desde atrás de cada numeral romano atado a la muñeca...

Y si... esperando el trolebús para que me llevara a la universidad el tiempo tuvo a bien detenerse para dejar espacio a un blanco imponente que se llevo a la chingada la normalidad de la escena acuosa de entre una barda grafiteada en la esquina, un gris y un "debiste quedare en cama" insensible....

BOOOOOOOOOOOOM!

El detritus de una obra de la ciudad mal terminada me puso a tiro con la realidad que no tiene nada que ver con ella pero que sin embargo, me marcó toda la vida.

De entre los charcos una varilla clamando al cielo por respuestas. Pinche varilla pidió demasiado y así....

(THUNDER:rayo STRUCK: golpeado por...)

Lo vi caer, ahí, en la esquina de mi casa: Un blanco que se llevo todo lo que podía imaginar  para mi día y sin saberlo, para mi vida.
El rayo cayó a pocos metros de donde yo estaba dejando a una varilla humeante que en la lluvia regreso al negro en cuestión de un minuto. Justo cuando el humo dejó de salir llevándose con él los recuredos de la electrizante actuación de la naturaleza y lo que me habría de esperar si aquello tenía vocación de augurio... Tiendo a pensar que si y es que a partir de entonces los días se me dejaron caer como una explosión de blanco (chispas!) que se agota siempre un suspiro más tarde.
Un momento estaba con una hermosa rubia de apenas 18 años y al siguiente lo único rubio y de 18 años que se presta a estar conmigo es el whisky que me toca cuando la empresa paga lo que debe (lo cual no es muy seguido).
Cuesta trabajo recordar lo que pasó durante el blanco, pero personalmente, cuando lo logro siempre me doy unas divertidas que neta hasta solo me río... Cosa que me preocuparía si no fuera porque tanto el tío como el gato Lugossi ya de por si piensan que estoy loco.  De hecho, el tío culpa de mi locura a la estática recibida cuando doña naturaleza me arremetió la deslumbrada en la esquina de la casa materna aunque yo personalmente culpo al agua de jamaica que me hacía doña S (la mamá).... Por algo mi abuela la bebía con recelo.

La cuestión es que cuando me acuerdo y me río solo, mi cabeza se va a tiempos donde la raza no era especialista en lo que se supone todos necesitan, se va a tiempos donde perseguir el taquito era más divertido que comérselo y entre tanta cosa, de vez en cuando me encuentro a una o a dos figuras morbosas, siendo una de ellas alguien que no sólo le apostó al sistema electoral mexicano sino que salió ganando su apuesta aunque la mayoría del resto estemos algo así como condenados al carajo.

Una persona a la que tengo en muy buena estima llegó a acceder a un cargo público recientemente. Lo cual me trae sentimientos contradictorios.

Por una parte, me provoca  un alivio desmesurado porque el tío ya firmo su "check out"  y ha manifestado su deseo de por fin salir de mi casa para irse a vivir con el compadre diputado en ciernes que nos terminó arrojando la providencia... Después de todo, para bien o para mal, la situación en su casa habrá de ser mejor que la del ranchito del otro lado del periférico en donde a veces  se tiene que recurrir al robo de las croquetas del gato Lugossi para matar el hambre... Todo es cuestión de que el compadre asuma el puesto.

No puedo negarlo,  por una parte (la misma a la que me refería en el párrafo anterior) estoy muy contento porque por fin un conocido va a comer de los impuestos que pago, pero por otra parte, la neta, la neta, la neta, me da como que mucho coraje y es que para bien o para mal: conozco a mi gente.

No quiero decir que mi conocido próximo a Congreso sea malo o tenga una naturaleza vil porque lo que sea de cada quien, conmigo nunca sacó el cobre y de hecho cuando logro recordarlo en los flashazos del pasado que me dejó el rayo no tengo sino buenos recuerdos de él, sin embargo; así como probablemente no tendría empacho de prestarle mi coche o mi casa al sujeto porque estoy seguro que me los devolvería sin problemas; así me niego a pensar que hubiera votado por él aún y cuando hubiera podido (y es que el sujeto compitió por un cargo en un distrito electoral como a cuatrocientos kilómetros del ranchito).

¿Por qué?

Porque como dije, conozco a mi gente y no por el hecho de que una persona sea muy honesta y tenga todas las ganas de cumplir con su encargo público con honradez y eficacia significa que va a poder hacerlo. Dejémonos de lado el hecho de que la corrupción es más congatiosa que una enfermedad venérea en tiempos de carnaval, olvidemos el hecho de que cuando una familia que alimentar (como es el caso) no hay dinero que sobre, es más, olvidemos el hecho de que el tipo pueda tener dos o tres secretitos que de salir a la luz no habrían de ser bien vistos por el electorado.  El tipo es psicólogo y la última clase de derecho que tomó fue la que del último año de la preparatoria que dejo hace más de 15 años.

Me consta, sé que el tipo es una eminencia en el trato de chamacos emoflatulentos (puesto que se especializa en el tratamiento de adolescentes problemáticos), pero sé también que no tiene ni la más puta idea de cuál es la diferencia entre Ley y Reglamento, no tiene ni la más pájara idea de qué se aplica cuando hay omisiones en una ley o cuales son los medios que se pueden usar para echarla abajo en un momento dado. O sease, el tipo NO TIENE NI LA MAS PUTA IDEA DE QUE ES O COMO SE APLICA UNA LEY Y SIN EMBARGO QUEDO CONTRATADO PARA HACERLAS!

De alguna forma su "gane" en las elecciones me parece algo interesante que en realidad no tiene nada que ver con el sistema político y es que sí, albricias, alguien en quien confiamos ha sido elegido para diputado, ¡yupi!, ¡yupi! pero aunque el tipo sea un verdadero representante de las personas que lo eligieron porque conoce sus problemas y sabe por las cosas que están pasando, eso no garantiza que vaya a hacer un buen trabajo simple y sencillamente proque no está capacitado para hacerlo.

Vamos a suponer por ejemplo (ignoro si sea o no sea cierto) que la comunidad donde el compadre fue elegido  necesita poner freno al problema de delincuencia juvenil que la plaga. Convencido de que la educación es lo que se necesita para aplacar el problema porque Lancan y Freud y Jung y Zaratrusta lo dijeron, se empeña en que se pase una normativa en la que se obligue a las escuelas a dejar a los chamacos enescuelados desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde a efectos de que tengan algo que hacer y no anden teniendo pensamientos criminales... Aún suponiendo que su estrategia fuera adecuada para disminuir la delincuencia juvenil (no se ofenda compadre, pero: "no mame"), a efecto de mantener a los chamacos enescuelados se tendrían que mantener abiertas las escuelas y eso implicaría más pago de maestros y en general más gastos por tener abiertas las escuelas, gastos tendrían que salir de alguna otra partida presupuestal porque la dispuesta para escuelas no la contempla, situación que a su vez implicaría quitarle dinero a otra partida presupuestal y como eso de perder dinero no le gusta a nadie... ¡A negociar se ha dicho!
Quizá la formación de psicólogo le ayude al compadre a negociar rápido y logre por cuestiones de su habilidad y de la divina providencia que alguien esté de acuerdo en reducir su partida presupuestal asignada para llevar a cabo la reforma propuesta para combatir la delincuencia juvenil... De aquí a que se termina el proceso legislativo, se distribuyen los dineros y se empieza el proyecto, el compadre ya se salió del congreso y en una de esas resulta que su sucesor es de la idea de que para combatir la delincuencia juvenil lo mejor sería subirle el presupuesto a la fuerza pública para que canten macanas cuando sea necesario... Y volvemos a empezar...

Sinceramente dudo que nuestro futuro diputado sepa realmente lo que puede o no puede hacerse dentro del congreso (aunque ya lleva un rato en los ires y venires de partido), dudo que pueda realmente llevar a cabo alguna reforma que cambie el sistema (aunque dudo que lo intente precisamente proque ya lleva un rato en los ires y venires de partido), pero lo que resulta innegable es que el tipo ya entró a la clase política y probablemente después de ese cargo, le caiga otro y luego otro y luego otro. Eso, claro, si los funcionarios del partido al que pertenece lo siguen apoyando (porque recordemos que los candidatos en las elecciones hasta la fecha son establecidos por los partidos políticos). Entonces mal que bien el tipo se va a tener que alinear a los lineamientos de su partido para seguir en el juego de la política y muy probablemente se vuelva parte de la mugre y escoria que todos criticamos.

Si, va a tener lana y si, probablemente hasta ayude a sus amigos (chatooooo!) pero para bien o para mal... Pues... Habiendo despotricado como lo he hecho contra la clase política toda mi vida, en conciencia debería de dejar su amistad y mandarlo por donde vino, osease "al coño", pero... La conciencia no es la que manda cuando el blanco del rayo termina de desaparecer y te ves solo en la calle empapada.

Uno de ustedes tuvo a bien darle publicidad a la imagen que ahora les presento a la derecha (si, esa amarillo con blanco y negro y gris) y no puedo sino preguntarme qué haría la persona que publicó esa imagen si a alguno de sus familiares de pronto se le hiciera acceder a un cargo público por obra y gracia del amigo del amigo del funcionario del partido que apoyó al señor Peña Nieto y más cabrón aún, qué haría si esa persona le ofreciera un trabajo dentro de la estructura del partido que le permitiera no sólo resolver sus problemas económicos, sino hacer planes de vida que antes simplemente le parecerían imposibles.

Yo creo que aquí no es cuestión de justificar las cosas, las cosas se justifican solas y es que ante la realidad que enfrentamos, los ideales y la indignación y las 132 razones que ustedes gusten y manden realmente se antojan como la seducción de un rayo en la juventud; un impulso de millones de voltios que nos calienta la cabeza hasta ponernos al rojo vivo y que se disipa en humo de lluvias que nos van cayendo encima.


Y a veces me pregunto si la idea esa de "México" revolucionario, democrático, informado, honesto y bravío que nos vendieron no fue también un rayo.

3 comentarios:

  1. Ahora resulta que fue un rayo el que te borro todo de flashazo, si, aja.
    Le das mucha importancia ya sea a la labor de 1 congresista, o al conocimiento requerido para saber la diferencia entre ley y reglamento, la verdad es que como tu mismo has dicho en anteriores peroratas, los que mandan son los partidos, los que legislan son los partidos, las cosas se arreglan entre los coordinadores de bancada, un legislador puede influir en alguna comisión según su "especialidad" y tendrá mas o menos éxito a medida que va formando sus redes políticas dentro y fuera de su partido, esto solo ocurre con los que van a carrera larga la mayoría solo podrá contribuir "gestionando" programas de gobierno pa su comunida. Y como dijo Don Porfirio, a ver quien aguanta cañonazos de 50 000 pesos.
    TOPO.

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  2. Pues el compadre no creo que lo aguante la verdad y ese es el punto: a veces tener un amigo político es como tener un amigo narco... Solo que el narco consigue mejores viejas.

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  3. Ese flashazo lo necesitamos mucha gente , sería como un momento de lucidez o de razón, sería un momento "eureka" en el cual se pueda ver en realidad como funcionan las cúpulas del poder en México y como agarran a toda la borregada con su tv flauta hamelliana .........

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Tu ya leíste mis pendejadas, ahora dejame leer las tuyas.