miércoles, 3 de junio de 2015

Editorial No Solicitada: Por qué no votar (con peras, manzanas y una que otra piña debajo del mar).

Desde hace unas semanas he estado tratando de exponer varias razones por las cuales considero que el no votar o anular el voto pueden ser las mejores opciones para cambiar la situación de nuestro país en las próximas elecciones, pero como al parecer no he sido muy claro, me he permitido tomar este espacio para exponerlas en amplitud y con toda la claridad de la que soy posible.

Aclaro, sin embargo, que toda la diarrea letrística que escurre a continuación parte de los siguientes dos supuestos:  a.  Se considera que la situación del país está del carajo y; b. Se considera que ninguno de los candidatos que se postulan para cargos de elección popular en estas elecciones resultan adecuados para mejorar la situación del país.

SI TU CONSIDERAS QUE LA SITUACION DE MEXICO ESTA POCA MADRE, O QUE UNO DE LOS CANDIDATOS QUE SE ESTA POSTULANDO EN TU DISTRITO, MUNICIPIO O DELEGACION SERA EL NUEVO MESIAS, POR FAVOR EVITATE LA PENA DE SEGUIR LEYENDO, VE A VOTAR POR TU CANDIDATO Y LUEGO VETE A VER A BOB ESPONJA QUE SEGURO YA TE EXTRAÑA.



Dicho lo anterior, he de comenzar diciendo que  de acuerdo al artículo 35 de nuestra Constitución, uno de los derechos del ciudadano es votar. OJO: DE ACUERDO A LA LEY SUPREMA DE LA UNION VOTAR ES UN DERECHO, NO UNA OBLIGACION (aunque haya una ley de menor jerarquía que diga que es tanto un derecho como una obligación y sinceramente no sé como funciona eso).

LO CIERTO ES QUE NO TIENE POR QUE CUNDIR EL PANICO. QUE NO LES DIGAN, QUE NO LES CUENTEN, NADIE PUEDE OBLIGARTE NI COACCIONARTE A VOTAR.

¿Por qué?

Porque cuando votas estás indicando que quieres que la persona por la que estás votando ocupe el cargo al que se ha propuesto.  NO SIGNIFICA QUE NO QUIERES A ALGUIEN MAS, SIGNIFICA QUE QUIERES A ESA PESONA Y, CONSECUENTEMENTE, SI TU NO QUIERES QUE NINGUNO DE LOS CANDIDATOS OCUPE EL PUESTO, NO TIENES POR QUE VOTAR POR NINGUNO DE ELLOS.

Si votar fuera una obligación, entonces se te podría sancionar o coaccionar para que tu eligieras a un funcionario público aunque este no llenara tus expectativas, fuera un malandrín, o incluso fuera de una corriente ideológica abiertamente contraria a la tuya.  Imagina que el voto fuera una obligación, tu fueras judío y todos los candidatos a elegir fueran nazis...

La democracia se basa en la representatividad del pueblo en los órganos de gobierno, esto es, en el tratar que quienes hacen y ejecutan las leyes (quienes gobiernan) tengan los mismos intereses que el pueblo que los elige y por ello, como se asume que un judío no votaría por un nazi porque ello iría en contra de sus intereses (o hasta de su vida), no se le puede exigir al ciudadano que vote cuando no tenga un candidato que lo represente.

VOTAR SIGNIFICA INDICAR QUIEN QUIERES QUE OCUPE UN PUESTO DE GOBIERNO PORQUE REPRESENTA A TUS INTERESES.

VOTAR NO SIGNIFICA INDICAR TU DESPRECIO POR UN PARTIDO POLITICO O POR UN POLITICO QUE AL FINAL DE CUENTAS YA OCUPA UN PUESTO DE GOBIERNO.

Ok, puede parecer que lo anterior es muy teórico, pero ésa es la teoría en la que se basan las democracias modernas de todo el mundo.

Pero vamos a aterrizar las cosas, vamos a nuestra cochina circunstancia particular de mexicanos y digo que es una cochina circunstancia porque nuestra legislación electoral es una marranada, con todos los "oinks" que le quieran ustedes poner.

En principio, de acuerdo a nuestro sistema electoral, las votaciones se ganan por mayoría relativa, esto es, por la mayoría de los votos ejercidos, NO DE LOS VOTOS TOTALES QUE PUDIERAN EXISTIR.

Lo anterior significa que si sólo tres de todos los millones que existen en el padrón electoral votan y dos de esos tres votan por un candidato del PRI, el PRI gana las elecciones aunque haya 86 millones de personas que no hayan votado por el PRI.

Esto es una contradicción de términos puesto que si se supone que si tenemos un gobierno democrático y representativo, 3 personas no pueden decidir por todos los millones de mexicanos, pero así es la cosa.

Se podría pensar entonces que en lugar de no votar, lo que hay que hacer para cambiar la situación es votar por los contrarios de quienes ejerzan los cargos públicos materia de la elección, pero entonces tenemos que tomar en cuenta dos situaciones: 1. que la mayoría de los candidatos son miembros de partidos políticos y 2. que los candidatos independientes muy probablemente no representan mucho el cambio.

Estas dos circunstancias son trascendentes porque pueden provocar que "el voto de castigo", es decir, el voto que se da sólo para que no quede un candidato que nos resulta incómodo, se convierta en un factor de jodimiento en lugar de un factor de bienestar.

Pero vamos por partes... ¿Qué son los partidos políticos?

Los partidos políticos están definidos por la Constitución y por la Ley (Ley General de Partidos Políticos) como "entidades de interés público con personalidad jurídica y patrimonio propios, con registro legal ante el Instituto Nacional Electoral o ante los Organismos Públicos Locales, y tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público.  Dicho de otra forma: son instituciones encargadas de que los ciudadanos accedan a los cargos del "poder público" y dicho aún de otra forma, son hordas de maleantes dedicadas únicamente a  hacer que sus miembros se coloquen en el gobierno ya sea por elecciones, nepotismo, compadrazgo o whatever. No se equivoquen, incluso por definición la finalidad de un partido político NO ES REPRESENTAR AL PUEBLO, es hacer posible el acceso de los ciudadanos que los integran al ejercicio del poder público.

La mayoría de los candidatos en estas elecciones son miembros de partidos políticos y el tema es que cuando votas por ellos, no sólo votas por las bonitas promesas que hicieron en su campaña, sino que votas también por todo el partido político porque todos los partidos tienen reglas internas que supeditan a sus miembros a las decisiones internas del partido aún y cuando ya hayan alcanzado su puesto.

En el caso de los diputados y senadores, se tienen que cuadrar a la autoridad del jefe de su bancada que no es otra cosa que el jefe que les impone su partido político; en el caso de delegados, presidentes muncipales y otros cargos de la administración pública, ocurre lo mismo: para bien o para mal, al ser militantes del partido tienen que seguir las normas del partido so riesgo de ser echados del mismo y entonces... ¿Cómo le van a hacer para adquirir otro puesto? (normalmente metiéndose a otro partido político pero todo tiene un límite).

Si tu votas por el miembro de un partido político VOTAS POR EL PARTIDO POLITICO y... ¿Sinceramente hay alguno que merezca tu confianza?

Recordemos: por definición la esencia de los partidos políticos es conseguir puestos de elección popular, para sus miembros, es decir, perpetuarse en el poder.  ¿Cómo fregados va a funcionar un país si el que te gobierna sólo está ahí para lograr que su partido se quede en el poder?

Pero así funciona la cosa.  Los partidos políticos no sólo son lo que son, sino que también son mantenidos por el Estado y es que llueve, truene o relampaguee, aún y cuando la nación no tenga un peso, la Constitución establece que a los partidos políticos se les tiene que dar, de nuestros impuestos el equivalente al .75 por ciento de un salario mínimo multiplicado por el número de integrantes del padrón electoral.  Esa cantidad en el 2015, superó los cinco mil millones de pesos.

Discúlpenme pero sinceramente creo que esta legislación que tenemos crea una clase política, sujetos que a lo único que se van a dedicar es a vivir de la política, procurándose un puesto a como dé lugar jugando el juego de los partidos políticos en lugar de pensar que tienen que servir al pueblo (y de una vez aclaro: cuando digo "pueblo" no me refiero al "pueblo unido jamás será vencido", sino al "pueblo" como el elemento humano del Estado, me refiero a ti y a mí y a todos los que trabajamos y pagamos nuestros impuestos y hacemos algo más que estar buscando un puesto en el gobierno).

Si tu ejerces un voto de castigo y votas por un partido político, de todos modos estarás votando por personas que son el cáncer del país.... Pero ¿Y si votas por un candidato independiente?

Ok, los candidatos independientes son una cosa que me emociona mucho porque también podrían ser otro método de salvar al país y es que no solo no se ven controlados por la cúpula de una institución diseñada para crear una clase aparte, sino que para bien o para mal pueden venir de tener un empleo "real" que no implique únicamente estar viendo cómo se mantiene o se obtiene un hueso y eso en el extremo implica que al menos saben las penurias que personas con empleos similares pasan y por lo menos las representan a ellas (ya hay de algún modo algún tipo de representatividad).  Digo, de menos el payaso "Lagrimita" representará a los payasos.

Lo malo es que en estas elecciones sólo hay 144 candidatos independientes de entre los más de 1700 que hay en todo el país para abarcar los más de 500 puestos de elección popular (entre diputados, delegados, presidentes municipales y gobernadores) y muchos de ellos o no tienen  la preparación adecuada para ejercer al cargo público al que se están postulando o simplemente son exiliados de partidos políticos que lo único que buscan es lo que han buscado toda su vida: El proverbial hueso.

¿O me van a decir que el payaso Lagrimita tiene amplia experiencia en gestiones públicas, manejo de presupuestos y gobierno? (Lagrimita va por la "alcaldía" de la ciudad de Guadalajara). ¿Dirán acaso que Jaime Heliodoro Rodríguez "El Bronco" no es de la clase política cuando entró al PRI de 24 años y estuvo 33 años operando para el partido? (El Bronco va para la gobernatura de Nuevo León).

Pedro Kumamoto, por ejemplo podría pintar muy bien porque va para diputado federal (por el distrito 10, Zapopán, Jalisco) y al parecer trabajó en el observatorio legislativo de su universidad, pero lo cierto es que no llega a los 30 años y así como "El Bronco" peca de tener un colmillo tan retorcido que seguro ya le retorció también la conciencia, este chaval difícilmente podría hacer alguna diferencia siendo uno entre 500 (recordemos que son 500 diputados federales) aún y cuando realmente supiera de las penurias del ciudadano promedio (y es que muy estudioso, muy intelectual, pero el señor Kumamoto sólo se ha dedicado a la observación legislativa y a la gestión cultural de acuerdo a lo que publicó en su página: http://kumamoto.mx/#soy-pedro ).

La verdad es que igual podría haber esperanza para el país si existieran más candidatos independientes extraídos no de la clase política sino de la clase trabajadora o la clase media.  Gente preparada, que sabe lo que hace y que al mismo tiempo represente a algo más que a la máquina de exprimir en la que se ha convertido el Gobierno mexicano.  El problema es que... ¿Quién fregados va a dejar su trabajo y su familia, acabarse sus ahorros en una campaña y lanzarse a tratar de convencer a la raza de que ellos son mejor opción cuando - y si, ahí va de nuevo- los partidos políticos tienen millones de presupuesto para sus campañas y además tienen tiempo aire en radio y televisión sin que les cueste nada?  La respuesta hasta el momento ha sido: 144 personas.   Pero no son suficientes, necesitamos que sean muchos más y para ello la verdad de las cosas es que la única esperanza es reformar la legislación electoral para quitarle a los partidos políticos la supremacía del actuar político. tenemos que hacer que el ser político cueste trabajo como les costó a los 144 que se aventaron y para ello se tienen que reformar las reglas del juego.

SIIIII, ¡CIUDADANOS AL PODEEEEER! (viven una piña debajo del maaaar)

Si, ciudadanos al poder, pero para lograrlo no sólo se necesitan palabras, se necesita actuar o a veces no actuar.

SI NO ESTAS DE ACUERDO CON NINGUNO DE LOS CANDIDATOS PARA TU DISTRITO ELECTORAL NO VOTES.

Es cierto, como dicen muchos, si no votas es muy probable que las cosas sigan igual, PERO SI VOTAS TE ESTAS ASEGURANDO DE QUE SIGAN IGUAL y eh aquí la explicación:

Si tu votas, tu voto no sólo le da el gane a un candidato, sino que le da un número a la estadística de ciudadanos que participaron en las elecciones, es decir, al conteo que dice que para bien o para mal, TU TIENES AL GOBERNANTE ELEGIDO EN EL PROCESO DEMOCRATICO (porque votaste, porque manifestaste tu voluntad para que un tipo que igual no te representaba, que igual era asquerosamente corrupto, que igual sólo lo viste como "lo menos malo entre los malos", ocupara el cargo al que se postuló).  Contrario a lo que muchas campañas dicen, la verdad es que "si votas, no te quejes" porque tu validaste la elección al participar en ella, demostraste que el sistema "funciona".

Contrariamente, si tu no votas, el número de abstenciones o de votos nulos queda registrado y de alguna forma puede ser usado como medio de presión para demostrar al gobierno que el sistema electoral es la broma que es... Aunque ello no es automático.

No hay regla que diga que si la abstención electoral es superior al 50% se modificarán las leyes del sistema electoral, pero si efectivamente el abstencionismo y los votos nulos sobrepasan la mitad del padrón electoral, se tendrá una prueba, habrá una fehaciente prueba sobre la cual hacer pugna.  Si menos del 50% de los electores vota, será innegable que EL SISTEMA ELECTORAL HA FALLADO Y SE PODRA JUSTIFICAR LAS PUGNAS PARA EL CAMBIO, cosa que en las circunstancias actuales no es posible porque finalmente la mayoría de los mexicanos está votando (por despensas, por billetes, por temor, por lo que sea, pero están votando).

La Constitución prevé que los ciudadanos soliciten al Congreso de la Unión la reforma o promulgación de leyes, pero esas solicitudes deben ser firmadas por el 0.13 % de las listas nominales de electores (algo así como 108,632 electores) y no por el hecho de que se acepte una iniciativa al congreso está se va a volver Ley; necesita haber una razón para justificar el cambio y esa razón se hace evidente cuando los electores simplemente no van a votar. Como el Estado está obligado a procurar la participación de los ciudadana en los procedimientos de elección popular, si esta no se da, no será posible justificar la subsistencia del sistema actual (aunque seguramente lo intentarán diciendo que las instituciones no son imputables por la falta de civismo o flojera de los electores).

Si no te gusta la idea de la iniciativa ciudadana tú mismo puedes solicitar al Congreso el cambio a las reglas electorales en virtud de la baja participación ciudadana. Probablemente te tirarán de loco, pero tú sabrás si te quedas con su apreciación o ejerces los medios de defensa que tienes al alcance para hacer valer tu derecho de petición respaldada en datos, no en opiniones.

El cambio nunca es fácil y rara vez se da si haces lo que la estructura que quieres cambiar te dice que hagas. Este escrito no te pide que salgas a las calles y hagas guerra al sistema corrupto que nos tiene como nos tiene, sólo te pide que no le hagas segunda, que no participes en su juego macabro cuando no estás obligado a hacerlo (como si estás obligado a pagar impuestos, por ejemplo).

Hay muy pocas oportunidades en las que puedes ir en contra del sistema sin sentir que el diablo te respira sobre la nuca, el 7 de Junio estarás en posibilidad de ejercer un pequeño acto de rebeldía que puede volverse algo más, puedes dejar de participar del sistema que te aplasta sin temor a terminar embarrado en el pavimento (o en la cárcel o con la cartera reventada).  Tú sabrás si vale la pena.... O si mejor te metes en una piña debajo del mar.