viernes, 6 de julio de 2012

Editorial No Solicitada: El sindrome del "Ora culo"


Estudiando las estadísticas que las maravillas de un blog permiten estudiar, me he dado cuenta de que la vida me ha bendecido con cuarenta masoquistas con la paciencia y el estómago lo suficientemente curtido como para leer las tarugadas que escribo en este espacio.

Probablemente pueda resultar que de dividir el numero de consultas de esta página entre el número de entradas, se pueda asumir que hay más de setenta personas estén pendientes a mi tecleo y aunque eso es mucho menos de la estadística que el tecleo le produce a una edecán de un cierto debate del cual no quiero acordarme (porque afortunadamente ya me pasaron las fotos de la vieja en pelotas), la neta no soy tan pendejamente ególatra.

Entre fallas del sistema y las veces que "mi mismo" se mete a revisar todas las faltas de redacción, ortografía y anexas que pululan por los renglones (temerosas que alguien las vea), hay que ser conscientes. Por más que me desgañite el alma escribiendo algo que quizá considere importante o simplemente les cuente mis experiencias de un despertar en cruda, muchas de las visitas que recibe este sitio obedecen a las fotos de las viejas sabrosas que pongo o al uso indiscriminado de nombres conocidos que causan más interés que lo que en realidad estoy escribiendo.

Atendiendo un poco la psicología del "pica mouse" que llega a estos parajes de desolación, lo cierto es que muchos de los que terminan llegando es porque teclearon mal la dirección de su página porno de preferencia y ello no significa que van a leer lo que ven aquí. ¿Por qué molestarse en leer si se puede uno esperar a la película? O como nuestra realidad electoral ha demostrado: ¿Por qué molestarse en leer si un cabrón que no lee ni madres termina con una vieja de telenovela y siendo el reyecillo del país?

Y con eso el tío entendió por fin porqué don Trino se confecciono un personaje llamado el "Rey Chiquito".

Como dije, me  he dado cuenta por ejemplo, que la foto de una vieja con abdomen plano es un motivo mas grande para entrar a este blog que el teorema más cabrón que cualquiera pudiera concebir, y que el hecho de que una persona en el "twitter" con hartos lectores le de un "retweet" a lo que escribo, causa más visitas que el hecho de que haga una investigación profunda sobre los temas que se desparraman en esta pantalla.

150 Visitas para la video editorial en la que puse a las gemelas Dávalos enseñando las nalgas y casi doscientas porque el señor Angel Dehesa (hijo de uno de mis cronistas favoritos que por cierto alguna vez me contesto un mail de dulce recuerdo) le dio un "retweet" a una de las editoriales que tienen el dudoso honor de estar en este sitio.

Quizá eso sea un despertar sobre las realidades del mundo editorial en el que sólo si tienes a una persona importante leyéndote vas a lograr que la gente te ponga atención pero creo que finalmente, el mundo editorial no es sino una extensión de todos los otros mundos y obedece a las mismas reglas. No importa realmente que lo que digas tenga una extensiva colección de documentos para probarlo; no importa si tienes en las manos las bolas del castrati para probar que el soprano no puede ser el padre del hijo de la duquesa cuando la duquesa, por el sólo hecho de ser la duquesa, tiene  más credibilidad que tú sin importar lo que tengas en la mano. Pero la verdad... ¿por qué andas metiendo la mano en las bolas de un castrado?

Parecería que esa hipótesis llevaría a cuestas la idea de que no importa lo que la raza diga, lo que la aristocracia diga es lo que vale, pero personalmente no lo creo.

Si me preguntan qué es lo que creo y tuviera que contestar sinceramente diría que creo que los pezones erectos de una dama en posición descubierta provocan más que un disparo en la pierna, pero nadie me ha disparado en las piernas.

Mi formación de franca aversión a lo que se supone que tiene que ser a fuerzas de escuchar los maullidos del gato Lugossi y las mentadas del tío que sigue viviendo aquí, me llevan a pensar en otras opciones.  Me niego a aceptar la noción de que la verdad sea un consenso de los poderosos, me niego a pensar que lo que diga la mayoría es lo que debemos tener como método para torcer el esqueleto de la escalera para que nos lleve al piso al que queremos llegar (teoremas ambos del tío y del gato respectivamente).

No porque el mundo diga que el sol sale por el lomo de una tortuga se va a prohibir que las naves zarpen hacia destinos que los hagan caer entre las patas de los reptiles (¿O son anfibios?)  aunque alguien vea caminando al animalito o siga con la cara en el caparazón o haya traspasado su ámbito de aplicación al mar, la tierra y todo lo que sigue ahí, esperando a ser encontrado.

Apaga lo que te diga el resto de la gente y las señales de tu teléfono, deja lo que las encuestas te dicen (turn up the signal, wipe out the noise) Si... Y al final... ¿que te resulta?

Probablemente que no debiste haberte tomado esa última cerveza.

Sería extremadamente difícil que cualquiera de ustedes, mis estimados 40 (o los extendidos que espero que no lleguen a 132) pueda estar ignorante a lo que pasó desde que escribí la última de estas molestias. Si, de acuerdo a los resultados del Instituto Federal Electoral, Enrique Peña Nieto "gano" las elecciones presidenciales, así que no los voy a aburrir con detalles sobre el particular, ni tampoco los voy a aburrir con el tema del terrible "fraude" que se estima según las redes sociales a pesar de que el resultado fue anunciado día con día con las encuestas hechas (que supuestamente también estuvieron truqueadas).

Si la frase "crónica de una muerte anunciada" pudo aplicarse a algo más que al título de una novela (que por cierto no leí porque como he dicho a estas alturas yo también quiero ser como Peña Nieto), la verdad lo desconozco como desconozco muchas cosas por la calidad de jumento que he clamado hasta el cansancio, sin embargo, he de decir con un desanimo desmesurado que hay un desconocimiento que me duele sobre manera y ese se da por la reacción que se está teniendo ante la muerte que fue anunciada.

Entiendo hasta cierto punto que los llamados "jóvenes" estén tan ocupados en su juventud como para darse tiempo para leer y reflexionar sobre lo que implican nuestra normativa electoral, pero los que ya tenemos más de una elección bajo el sobaco... ¿Como que ya deberíamos saber a qué le estamos tirando no?

Ya debería haber sido el momento para demostrar que no estamos de acuerdo con que se nos impongan opciones de representación tan lindas como un tipo cuyo sujeto de confianza para investigar un delito fue incapaz de encontrar a una niña muerta en su propia cama, un sujeto que desconoció al gobierno y siguió viviendo de él, una tipa que dijo seguir con una política de seguridad que hasta el momento ha arrojado sesenta mil muertos u otro tipo propuesto por un partido político derivado de una lideresa sindical con muuuuucha cola que le pisen (y es que me perdonan, pero ese engendro debe tener cola).

Pero noooooooo... Precisamente porque TODOS LOS QUE TENIAN CAPACIDAD DE DECIR QUE LA TIERRA ESTA MONTADA SOBRE UNA TORTUGA DIJERON QUE TENIAMOS QUE IR A VOTAR, en esta elección más del 80% de los inscritos en el padrón electoral votaron por esas preciosidades que nos pusieron enfrente.

Pregunta: ¿Con qué pinche cara se puede ahora decir que el sistema electoral es una mierda cuando hubo la participación ciudadana -en ese sistema- mas grande de la historia?

Con la cara, evidentemente de todos los cabrones que votaron aún a pesar de que sabían que la cosa estaba de la chingada y que ninguno de los candidatos calificaría siquiera para cuidar a sus hijos por dos putas horas (no sea que se les fueran a ir de lado en la cama).

Se supone que las antiguas pitonisas del oráculo vivían malditas porque sabían las tragedias del futuro a pasar de que no podían hacer nada para evitarlas. Con el perdón pero PODIAMOS HABER EVITADO ESTA TRAGEDIA o al menos pudimos tratar de evitarla, pero ahora cualquier cosa que hagamos será como el tipo que juega por las reglas de la casa y pierde y luego quiere cambiar esas reglas cuando las aceptó al empezar a jugar.

Gracias señores, pero yo, la neta ya no juego.  Si esto no es prueba de que tenemos el gobierno que merecemos, no sé que otra evidencia se puede ofrecer ante el juzgado de la historia y como historias hay muchas, prefiero cambiar la mía por una de ciencia ficción en la que el orejón termine con la chica de sus sueños o ya de jodido con una de vientre plano y tetas grandes.