martes, 17 de septiembre de 2013

Editorial No Solicitada: Viva Aero blues!


Cuando empecé a teclear esta molestia que paso por sus conciencias (aunque cada quien se pasa lo que quiere por donde quiera), estuve tentado a escribir que de alguna forma indirecta  mi afición al porno (que que bueno es, oiga ud) tenía raices genéticas derivadas de la fijación visual que resulta de ser amante del cine como mi amá, pero recorriendo mi árbol genealógico y sobre todo viendo las ramas de las que salió el tío, me dí cuenta que mi gusto por las imágenes en movimiento no pudieron haber venido de la forma en que el esperma se dobló en la matriz de la que tuve el honor de salir a disgusto de muchos.... Digo, el cabrón (del tío) normalmente se duerme a los cinco minutos de que empieza una película no sé si porque se le pasaron las copas o porque eso sí está en su genética.

La Princesa Leia en Bikini
En realidad, después de muchas idas al baño y espacios entre el pujido hijo de un formagio y el siguiente de un pescado al chiantti cortesía de la cadena de restaurantes italianos donde comí, la recopilación de mis memorias me remitió a mi primer recuerdo sobre mi primera experiencia con el cine... Si todavía la tengo conmigo, debe ser menester que fue algo muy lindo al extremo de hacerse vicio.

Era mil novecientos setenta y algo... No hagan cuentas, no llegaba a los 5 años.... Siempre tuve un temor irracional a la oscuridad pero sin embargo, cuando se apagaron las luces de la sala en aquella sala que se mantenía junto a los famosos estudios Churubusco (donde incluso se filmaron una o dos películas clásicas del cine nacional), me encontré tranquilo.... Quizá porque iba con mi horda familiar, quizá porque sentí que toda la raza que estaba congregada en aquél lugar era parte de la misma intención (fuera cual fuere, en ese momento ni puta idea) y de pronto, en esa oscuridad apestando a mantequilla derretida apareció una frase "A long time ago, in a galaxy far, far away..."

Y de ahí pa'l real.... Las imágenes, la música, la maravilla de ver caras de mas de por lo menos tres metros en una pantalla que iba del suelo al techo... Fue como ver que un dios se plantaba con toda su magnificencia ante un morrillo que apenas dejaba el pañal (e igual asi fue)... Pero luego.... carajo, la merca.... Esas imagenes majestuosas (acompañadas con música sublime y la carga de la historia que la mamá te iba contando porque entonces no tenías ni la más mínima idea de lo que eran las letras que ponían abajo) se volvieron muñequitos que estaban al alcance de mis manos y con los que podía re-hacer la historia de mil y un formas a mi antojo.... Los dioses al alcance. Si eso no es el principio de la democracia...

Concedido, pocas películas después de esa tuvieron tanta mercadotecnia, pero para cuando me dí cuenta ya exigía que me llevaran al cine para ver cuál sí y cual no y así, antes de que me diera cuenta, "I was hooked to the silver screen" aunque "the film was a saddening bore" (como dijera el maestro bowie en su tres veces maravillosa "Is there life on mars?").

Supongo que la adicción a la pantalla me llevó de ver a la princesa Leia en bikini al gusto de ver cuestiones un poco más hardcore pasando por todos los rangos intermedios... Aunque... La verdad, al ver que mi generación realmente adoleció de una conexión inequívoca con la pantalla que se transmitió a las siguientes al grado de hacerlos esclavos de otra (la pantalla de los ordenadores), puede probar la incongruencia de mi teoría porque... Siempre hay el raro al que no le gusta el porno.

¿Para qué negarlo? vivimos en los tiempos de pantalla rex.

Acabo de ver una película de los hermanos Cohen llamada "un hombre serio" (A serious man) que si bien no tiene naaada que pueda levantar la hormona mas que quizá una pecosa vecina sabrosona que ni el sostén se quita, a verdad me dejó pensando.

La pelicula que ví nos presenta las tribulaciones de un judío  y jodido maestro de física en los 70s de una manera que resulta muy muy empática y si, de alguna forma pensé..."si, pobre güey, se ve chido, podríamos ser amigos" pero... Las películas pueden decir misa y las realidades... Las realidades son ceremonia de otra religión.

Mil disculpas si es que caben, pero a la fecha sólo he conocido a las personas de la religión/etnia/nacionalidad judía en situaciones muy concretas relacionadas con mi trabajo (he trabajado para ellos, he trabajado en contra de ellos) y a pesar de que pueden ser muy amables, en mi experiencia - y subrayo EN MI EXPERIENCIA - hasta el momento, no han sido personas con las que pueda yo sentir una afinidad... Eso lo sé, pero ví "A serious man" y... Hasta de lo que supe dudé.

Las imagenes en movimiento indudablemente pueden llevar a generar grietas que separan al intelecto de  la realidad y creo que eso, salvo su mejor opinión, es uno de los temas fundamentales que he abordado en estas molestias que reciben de vez en vez y creanme, creanme que me gustaría ya evitarlo pero aaaa la madre, ni cómo.

Estos días parece que la pantallocracia, como regina que implica el "rex", se niega a dejar de joder y el impacto que las imagenes en movimiento tienen en la raza si es algo de comentar.

¡Que pase el primer pantallazo!


 En este video, por lo que se puede ver, tomado por un consumidor (osease cliente), se ve como un empleado (chaleco amarillo) de la línea "Aerobus" - que para los ajenos a los tejes y manejes del aerotransporte mexica, es una de las líneas que maneja los precios más bajos (entendiéndose que son bajos porque, además que si se vuela en aviones de "ay amá quien sabe si llegue uno vivo")-  se hace de palabras con consumidres enojados y les dice "uy que miedo" ante sus reclamos (lo cual calentaría a cualquiera); una señora lo abofetea y un señor, todavía más enojado le parte su mandarina en gajos.

Segundo video (surgido en las redes a un día o menos de diferencia):



Por lo que se puede ver, el video aquí es tomado por los fucionarios de la Aerolínea "Aerobus".  Aquí,  se nos muestra la prepotencia de una servidora pública que pretende subirse a un avión cuando ya pasó la hora marcada en el boleto para el abordaje.  La pendeja se suelta diciendo una serie de estupideces como que el personal de la aerolínea se estaba "oponiendo a una autoridad" (como si el acto de que una senadora viajara en avión fuera un acto de autoridad, pero supongo que en la pendeja cabeza de la "senadora" hasta el echarse un pedo constituye un acto de autoridad porque es el acto de un senador y un senador es una autoridad... no?).

El primer video las personas hacen algo que parece lógico (uta madre, sólo de ver el video a mi también me dan ganas de reventarle el cuajo al pendejo de la aerolínea), pero independientemente de que uno al ver el video piense que realmente la acción de madrearlo está justificada, lo cierto es que no es así y es que si madrearamos a cualquiera nomás porque nos cae mal, nadie se salvaría de recibir por lo menos cuatro o cinco chingadazos al día y con los chingadazos que algunos trogloditas saben dar, no habría abasto para hospitales, cárceles o psiquiatras para curar a los buleados (dícese de los antipáticos que serían cocidos a madrazos de manera consuetudinaria) o castigar a los buleros (dícese de los animales que cocen a madrazos a los antipáticos de manera consuetudinaria -ver tambien: "culeros").

Por otra parte, el segundo video, muestra algo que es totalmente lógico (por seguridad y por mantener el horario de los vuelos hay una hora límite en la que los pasajeros pueden abordar los aviones) que sin embargo es tratado como un atropello y hasta como un acto discriminatorio por parte de quien pudo usar la voz e   incluso hubo sitios de internet que publicaron notas en las que se dijo que se le habían impuesto 4 años de prisión a la empleada del mostrador.  Claro que haciendo una investigación más profunda, encontré que las notas eran copia de otra publicada en el sitio "www.eldeforma.com" que como podrán ver si le pican en lo azulito, en realidad es un sitio de parodia a la noticia, con cosas tan bonitas como "se dejaran de vender tamales oaxaqueños en solidaridad a los maestros de Oaxaca" (cosa linda y elegante).

El tema es que nuestras pasiones nos llevan a tomar decisiones, pero también a adoptar verdades que a veces, verdad sea dicha, nos dan una idea del mundo que puede ser totalmente distinta de la del vecino.  De pronto aplaudimos a quien le rompe la madre al empleado de una aerolinea por flato de respeto y a veces abucheamos a quien le falta el respeto a alguien de una aerolinea.

¿Por qué?

Pues porque con una persona nos identificamos y con otra no. En una quizá veamos nuestra angustia e impotencia reflejadas y en otra (aunque quizá esté en la misma situación), nomás vemos un despligue de prepotencia y pendejez (porque ¡ah que de pendejadas se soltó diciendo la doña senadora!).

No se trata de trucos mentales jedi, ni de propaganda, ni de manipulación, la forma en que se presentan los fenómenos, las circunstancias que rodean a un hecho o que se nos hacen evidentes pueden y generalmente hacen que simpaticemos o no con los actores implicados aunque el fenómeno en sí en realidad tenga poco que ver incluso con lo que consideramos normalmente "pasable".

Estoy seguro que si saliera a la luz que Enrique Peña Nieto, actual presidente del país, esta total y completamente a favor de la legalización de la marihuana, aún el más insurrecto consumidor de tacos de lechuga - No tío, usted no -buscarían algún argumento para ponerse en contra de la medida y probar una vez más la pendejez del preciso aunque estén convencidos de que la mota es chida... ¿Por qué? ¡Pus porque el Henry Monster Peña Nieto es el engendro del mal! ¡Lo de gente decente es estar en contra del pobre pendej... que diga, del señor presidente de la República!

Cuando sentimos que alguien no nos representa y nomás hay otro pendejo por el que podemos votar, ahí vamos de weyes para votar por el otro pendejo... ¿Por que?.... Porque el primero no nos representa (aunque el segundo tampoco)... O... ¿no se acuerdan de las elecciones pasadas?

Esto desafortunadamente pasa con mucha màs frecuencia de la que pudiéramos pensar y para muestra... Esperense a leer la de la próxima semana.

Continuará.... (ñaka ñaka)